EL CUERPO COLECTIVO

En este experimento os proponemos un salto emocional desde cómo nos encontramos individualmente a cómo estamos colectivamente.

Con este experimento proponemos generar espacios organizativos que den valor y promuevan una toma de conciencia sobre nuestro estado físico y mental, reconociendo su importancia a la hora de generar activismos o modelos de trabajo sostenibles para nuestras vidas y organizaciones. Apostaremos por conectar nuestra situación individual y la organizativa, vinculando la importancia del autocuidado y de los cuidados colectivos.

LAS BASES

  • Explicación a la organización sobre el experimento
  • Valoración colectiva: para qué, sus implicaciones, cómo nos vamos a organizar y que pretendemos con este experimento
  • Acuerdo grupal

DISEÑANDO LA PROPUESTA

  • Necesitaremos un equipo encargado del impulso del experimento, su seguimiento y la devolución posterior de los logros.
  • Este equipo:
    • Diseñará el proceso: espacios y tiempos en los que se aplicará la dinámica propuesta.
    • Revisará los materiales propuestos adaptándolos a la organización
    • Convocará a la organización al espacio propuesto
    • Impulsará una devolución colectiva posterior (proponemos hacerlo al terminar y unos meses después)

PRACTICANDO

Para el desarrollo de este experimento proponemos una dinámica que nos ayude a visibilizar el estado físico y emocional de las personas que componemos nuestra organización y de la organización desde una mirada más colectiva. Así como pensar en algunos elementos posibles de mejora.

La dinámica puede desarrollarse en un único momento terminando con compromisos a futuro o se puede crear un itinerario en el que se replique (en distintos espacios organizativos o diferentes momentos colectivos) para tener una mirada más amplia del estado de nuestra organización y/o de la situación del bienestar de las personas de y de la organización en el tiempo. Inicialmente podría desarrollarse en unas 2 horas, pudiendo variar su duración según el grupo y los contenidos.

Os animamos a generar un espacio seguro, de confianza, respeto y escucha activa. Que sea un momento de cuidado en sí mismo y de encuentro entre las personas de la organización. Contaremos con un tiempo suficiente y organizaremos el espacio con algunos elementos básicos (agua, fruta, música de fondo…) y un cesto/caja con materiales diversos (pinturas, papeles de colores…). 

Es importante que demos tiempo y simbolismo suficiente para la dinámica para que no se convierta en una herramienta más y pierda su sentido y el potencial de transformación en lo cotidiano de nuestras organizaciones. En los últimos años son cada vez más comunes las rondas emocionales en nuestros espacios organizativos como herramienta para visibilizar elementos emocionales que están presentes en nuestras organizaciones y la experiencia nos alerta de la posibilidad de perder su objetivo si no cuidados y revisamos de manera periódica el proceso.

Este experimento tiene tres momentos, una primera dinámica relacionada con el autocuidado, un segundo momento conectado con los cuidados colectivos y un cierre en el que definir acuerdos en base a los hallazgos del espacio.

Compartiremos con el grupo los distintos momentos de la dinámica, con sus partes más personales y las grupales, para que cada persona pueda sentir el espacio seguro y definir qué elementos quiere compartir con el grupo y cuales no.

¿CÓMO ESTAMOS?

En este primer momento generaremos un espacio tranquilo y adecuado para hacer una reflexión individual sobre cómo nos encontramos, desde una dimensión más física a otra más afectiva o emocional.

Os proponemos una pequeña toma de conciencia de cómo nos encontramos, a través de algunas frases y preguntas motivadoras, que podréis ir adecuando al grupo y el espacio. Puede ayudar tener una música instrumental de fondo para generar un cambio en la atmósfera. También es importante respetar los silencios y las pausas para dar tiempo a las personas a conectar con la dinámica.

Te propongo que te coloques de manera cómoda, a cerrar los ojos y a conectar con el aquí y el ahora. Podemos ayudarnos de la respiración, que nos conecta con la vida, con nuestra vulnerabilidad, con el cuerpo y territorio que habitamos. Podemos escuchar nuestra respiración, podemos sentir cómo el aire circula por nuestro cuerpo, su temperatura, su olor… Podemos percibir los cambios en su paso por distintas partes de nuestro cuerpo: la nariz, la garganta, el pecho, el diafragma que empuja, las abdominales que se hinchan…

¿Cómo estoy? ¿Como llego a este espacio? ¿Cómo se encuentra este cuerpo que me sostiene? Puede que llegue con dolores en algún lado de mi cuerpo (espalda, cabeza, estomago…), o con energía, con la barriga llena o vacía, descansada o dormida…

¿Y cómo están mis emociones y sentimientos? Me siento alegre, triste, preocupada, ansiosa, con ilusión, con miedo, incertidumbre,… Quizá no sé ponerle nombre a lo que siento, quizá me resulte más sencillo imaginar una metáfora “me siento como un chispazo, como una tormenta…” Te animo a pensar en qué parte de tu cuerpo notas estas emociones o sentimientos: una presión en el pecho, mariposas en la barriga, la sonrisa que se escapa de tu cara, el pie que no para quieto…

Poco a poco vas abriendo los ojos. Dibuja una silueta de tu cuerpo y coloca en ella tus hallazgos en las diferentes partes, utiliza palabras, dibujos o lo que prefieras. Esta hoja es para tí, puedes poner lo que quieras.

Os dejamos en los materiales también las cartas de las emociones por si pueden ayudaros a poner palabras a algunas de las emociones que hemos sentido.

Después de esta pequeña reflexión personal os proponemos hacer una reflexión colectiva sobre el autocuidado en base a algunas preguntas. Según el momento organizativo podéis valorar si mantenerlas como reflexión individual o colectiva.

  • ¿Cuántas horas diarias trabajas (de forma remunerada o no)?
  • ¿Consideras que te alimentas adecuadamente? (horarios, calidad, diversidad…)
  • ¿Consideras que duermes lo suficiente? ¿Utilizas algún medicamento para dormir?
  • ¿Puedes conectar las diferentes esferas de tu vida? Laboral, comunitaria, personal, intima…
  • ¿Consideras que vives con estrés?
  • Cuando estás estresada ¿qué haces para sentirte mejor?
  • ¿Qué condiciones favorables tienes para ejercer prácticas de autocuidado?
  • ¿Qué obstáculos enfrentas para ejercer prácticas de autocuidado?

Como nos cuentan las compañeras de la IM-Defensoras, la conciencia personal y colectiva del autocuidado es un elemento de transgresión feminista que nos permite vivir en el presente y en nuestra persona algunos de los derechos fundamentales que queremos para todas y todos, creando una experiencia de libertad, fortaleza y esperanza fundamental para construir el mundo que queremos[1].

Os compartimos algunas recomendaciones de autocuidado, que aunque no son novedosas, no está de más recordarlas porque mejoran mucho nuestra calidad de vida. ¿Solemos aplicarlas? ¿por qué? ¿si no las aplicamos, está relacionado con elementos de genero, clase, raza…?

¿CÓMO SE ENCUENTRA NUESTRO CUERPO COLECTIVO?

Como planteábamos al inicio de este experimento, un elemento imprescindible es conectar las reflexiones sobre el autocuidado con las practicas y responsabilidades organizativas relacionadas con ello. De modo que no limitemos los cuidados a un elemento de la vida intima o privada, sino que mantengamos la consigna de lo personal es político y rompamos con estas dicotomías que reproducen el espejismo de que los espacios organizativos y laborales no tienen responsabilidades de cuidado.

Después de haber trabajado nuestra propia silueta y de la reflexión conjunta os proponemos seleccionar dos ideas o elementos de vuestra propia silueta que queráis compartir con el grupo. Escríbelos de manera sintética o dibujalos, cada uno en una tarjeta.

La propuesta es construir una silueta en tamaño natural e ir colocando en ella nuestras tarjetas, en las zonas del cuerpo que pensamos que es más coherente colocarlas. Podemos hacerlo con tarjetas o dando tiempo a las personas para que vayan dibujando en el propio papelografo las ideas.

La idea es que este papelografo sea metafóricamente nuestro cuerpo colectivo, ya que uno de los pilares principales de las organizaciones somos las personas que las componemos.

Démonos un tiempo para ver este cuerpo colectivo y compartamos:

  • ¿Qué nos llama la atención?
  • ¿Qué nos dice la silueta colectiva?
  • ¿Dónde hay más dolores? ¿Hay también elementos positivos? ¿Placeres?
  • ¿Dónde se ubican nuestras situaciones compartidas?
  • ¿Pensamos que hay un análisis de género?

En relación con el cuidado desde nuestras organizaciones o colectivos, os compartimos algunas preguntas para la reflexión grupal:

  1. ¿Tenemos rutinas de horarios equilibradas?
  2. ¿Existen condiciones laborales adecuadas en mi organización? ¿Se utilizan? ¿Nos sentimos bien si las solicitamos?
  3. ¿Contamos con espacios y ambientes de activismo y trabajo agradables y aireados?
  4. ¿Contamos con mecanismos de respuesta ante situaciones de acoso/violencia?
  5. ¿Utilizamos metodologías colaborativas de trabajo?
  6. ¿Quiénes cuidan nuestros espacios? ¿Y a las personas? ¿se reconoce esta labor?
  7. ¿Se promueve la cooperación y la solidaridad en las relaciones entre los equipos de trabajo?
  8. ¿Existen espacios de contraste en equipo de las tareas individuales?
  9. ¿Contamos con mecanismos para el manejo de conflictos internos?
  10. ¿Contamos con apoyo y contención emocional para acciones, actividades que lo requieran? ¿Contamos con espacios de gestión emocional del grupo?
  11. ¿Contamos con recursos para el autocuidado y para el desarrollo profesional?
  12. ¿Contamos con personas que nos avisan si nos ven mal o que no nos cuidamos? ¿Con tareas/funciones?
  13. ¿Contamos con medidas preventivas para el cuidado?
  14. ¿Contamos con momentos para celebrar lo avances, las mejoras, nuestras relaciones…?

¿Y AHORA QUÉ?

El último momento es sumamente importante. Nos toca definir colectivamente cómo vamos a continuar, alguna medida o compromiso concreto para abordar las reflexiones o propuestas que hayan surgido durante la dinámica.

Es clave para dar valor al proceso asumir algún compromiso organizativo, para que no suceda que la dinámica se quede como un fin en si mismo, pudiendo generar

[1] ¿Qué significa el autocuidado para las defensoras de derechos humanos? Iniciativa Mesoamericana de Defensoras de Derechos Humanos (IM-Defensoras), Asociadas por lo Justo (JASS), Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca A.C. 2013